Marco está en la cola del paroEl sol quema las pieles del verano
Juega con sus dedos aburridos
Con un par de monedas de veinte duros
Se da cuenta del desprecio
Cuando le empuja un necio
Mira las caras desoladas
De los hijos de las desgracias
Entierra su reloj de bolsillo
Deseando viajar sin sentido
Huyendo de la fatídica cola
Donde estuvo clavado tantas horas
Se paro ante la puerta de un bar
Su estomago quería almorzar
Por ultimo un buen Farías
Al príncipe de la nostalgia
Por fin fue feliz un alma
En un mundo de locura
Su espíritu pidió tregua
Un poquito de esperanza
Por fin fue feliz un alma
Saboreando placeres de la vida
Por un instante mereció la pena
Jugarse todo a la misma carta
Al caer la noche se oía un canto
En un banco de hierro del puerto
La luna fue su mejor secretaría
Del lamento que entonaba su alma
Sus lágrimas brillaron como perlas
Al fulgor de las viejas farolas
Un perro se unió a la doliente fiesta
De un hombre nacido sin estrella
Este es el tapiz de la vida de Marcos
Que siempre fue mecánico de barcos
Su imagen no tiene otra historia
De todos modos a quien coño le importa
28 Octubre 1999
